La respuesta a esta pregunta, según el médico funcional Carlos Jaramillo, es que sí, el ejercicio en ayunas realmente es beneficioso para el organismo. Esto se debe a que en el ejercicio se está quemando energía y al realizarlo luego de haber ayunado durante el sueño, se obliga al cuerpo a recurrir a las reservas de energía almacenadas en los tejidos para suplir esos niveles energéticos. Por otro lado, al hacerlo luego de comer, se gasta la energía recién adquirida (el desayuno) y como resultado, las reservas de energía (las grasas) siguen intactas.