Marcee Gray, madre de Colt Gray, el adolescente acusado del tiroteo en una escuela de Georgia, intentó prevenir la masacre con una llamada urgente al consejero escolar tras recibir un inquietante mensaje de su hijo. También, se reveló que Colt vivió una infancia marcada por el abandono, problemas familiares y señales de problemas de salud mental ignoradas, mientras que las autoridades fallaron en tomar medidas.