No son modelos, pero posan como si lo fueran. No hablan, pero sus miradas lo dicen todo. Cada vez más personas deciden retratar a sus animalitos de compañía como parte de la familia: en estudios, parques o en casa. Detrás del lente están ellos, fotógrafos que buscan más que una imagen bonita: quieren capturar ese vínculo único entre humanos y animales. Algunos empezaron con perros de la calle, otros con su propio peludo, pero todos coinciden en algo: cada sesión guarda memorias irrepetibles, instantes que conmueven y retratos que cuentan historias de lealtad y cariño. Hoy conocemos a quienes congelan el amor en una foto.