Hezbollah lanzó 150 cohetes hacia Haifa en respuesta a un bombardeo israelí en Beirut que dejó 45 muertos. Israel contraatacó, destruyendo lanzacohetes en el sur del Líbano. Netanyahu advirtió que tomará "todas las medidas necesarias" para la seguridad, mientras que Hezbollah entró en una "nueva fase" de ajuste de cuentas con Israel.