Las escenas resultantes del ataque al hospital Al-Ahli han horrorizado a un gran sector de la comunidad internacional, generando un rechazo generalizado, muchos hacia las fuerzas israelíes, especialmente en países del Medio Oriente. Desde Occidente, Canadá y la Unión Europea fueron los primeros actores en reaccionar al suceso, uniéndose al terror colectivo por el ataque a población civil en Gaza y exigiendo el esclarecimiento de la responsabilidad real detrás del suceso.