La imagen de la monja Ann Rose Nu Twang se volvió viral en Birmania. En medio de la represión de las manifestaciones contra el golpe de Estado, el lunes 8 de marzo la religiosa se arrodilló frente a un grupo de policías y les pidió que no dispararan más. Al menos 60 civiles han perdido la vida desde el golpe y más de 1.800 han sido detenidos, según la Asociación de asistencia a los presos políticos.