No hace falta vivir en el campo ni tener hectáreas de terreno. Cada vez más personas están transformando patios, balcones e incluso botellas recicladas en pequeños espacios verdes donde brota vida. Con un poco de tierra, semillas y ganas, es posible cosechar todo tipo de frutas, verduras y hierbas, sin químicos, sin intermediarios y con todo el sabor. Lo que empieza como una maceta puede convertirse en una fuente de alimento saludable, ahorro o un ingreso extra. Algunos incluso hacen trueque con lo que cosechan; otros simplemente disfrutan de comer lo que sembraron con sus propias manos. Hoy le mostramos cómo cultivar bienestar en su hogar a través de huertos caseros.