La frontera de México con Estados Unidos vive una nueva oleada migratoria con más de 1.000 migrantes en Ciudad Juárez que viven en la calle, lo que los hace vulnerables al secuestro y otros delitos del crimen organizado, según alertan autoridades y activistas. Francisco Bueno, director de la Casa del Migrante, afirmó a los medios que estiman entre 1.000 y 1.100 migrantes que ahora viven en espacios públicos y en construcciones abandonadas o en ruinas.