Los parlamentarios de la Cámara Alta del Congreso tendrán nuevas sillas para el periodo que inicia en marzo de este 2024. Cada uno de estos asientos costó más de cinco millones de guaraníes al Estado Paraguayo. Los legisladores también tendrán computadoras de oro que fueron proveídas por una empresa amonestada, cuyo dueño es un exfuncionario de la Cámara de Senadores.