El presidente electo Donald Trump nombró a Marco Rubio como secretario de Estado, convirtiéndolo en el latino con el cargo más alto en EE. UU. Rubio es conocido por su política de línea dura contra China, Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua, y su posición pro-Israel. Además, es crítico de las políticas de Obama hacia Cuba y del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Su nombramiento genera preocupación, ya que durante el primer mandato de Trump, Rubio apoyó legislación que dificultaría la salida de EE. UU. de la OTAN.