Los vientos feroces y las lluvias torrenciales del huracán Otis desencadenaron una devastación sin precedentes en Acapulco, México, dejando a su paso una estela de hogares destruidos. Las autoridades reportaron el cierre de seis carreteras, daños en el Hospital General Regional 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Acapulco y afectaciones en la infraestructura del 80% de los hoteles en la costa.