Cuatro días de parada vacacional no son nada, pero dan para que los partidos se reseteen. Inauguramos cierta tregua, entre bloques, que puede durar hasta junio. El anunció postvacacional de Alberto Núñez-Feijoo en la Junta Directiva Nacional ha sido hacerse corresponsable de los resultados del 28M ante el reto de ser la fuerza más votada. El compromiso no es baladí. Feijóo llegó a la presidencia del PP para evitar gobiernos con VOX. Las municipales le favorecen en este sentido -al resolverse con la lista más votada- pero las autonómicas pueden complicar la estrategia conservadora hacia las generales. No hay ninguna comunidad de peso donde el PP pueda ganar por mayoría y cualquier opción de gobierno sería bajo el modelo castellanoleonés y la experiencia del desastre de esa coalición con VOX. Solo hay una excepción, Madrid. Isabel Díaz Ayuso está a cuatro escaños de gobernar sin apoyos. Y justo esta mayoría absoluta aumentaría la presión en Génova 13 y el sufrimiento orgánico de Feijóo.