Moradores del barrio San Luis no saben a dónde ir en el caso de que la erosión en el río Coca aumente, pues su único activo está ahí. “No puedo ni dormir pensando en que podría morir en el momento menos pensado. Además, será duro salir, no tengo a donde ir”, señala Carranza, una madre soltera, responsable de ayudar a sus dos hijos. Muy cerca, María Múnera vive en un refugio temporal. Meses atrás, la erosión destruyó su casa, conocida como la “casa rosada” porque era un lugar de entretenimiento nocturno. En el refugio lleno de goteras e inestable por las vibraciones de la tierra, Múnera lamenta que las autoridades solo se preocupen por la infraestructura del Estado y no por la situación de las familias. “Nos sentimos abandonados”, dice Múnera. Su casa es una de las dos viviendas destruidas por el fenómeno natural, según el SNGR. Lea la nota completa en: https://www.primicias.ec/noticias/economia/san-luis-erosion-poblado-ecuador/