La Cámara de Diputados se ratificó en su posición inicial y evitó por ahora dar sentencia de muerte a la ley que previene y castiga casos de conflicto de intereses y “puertas giratorias”. La última palabra la tendrá el Senado, que eliminó artículos claves para garantizarse a sí mismo y otras autoridades impunidad, abriendo una puerta para negociados. Por ahora le evitan otra crisis a Santiago Peña, que es uno de los casos de “puertas giratorias”.