En diciembre de 2019, Francisco Vera se transformó en un símbolo de la defensa del medio ambiente al pedir, en el Congreso de la República, que se legislara por la vida. A sus 11 años, y de la mano de su colectivo Guardianes por la Vida, se ha encargado de realizar campañas para evitar el plástico de un solo uso, evitar el testeo animal o impulsar la prohibición del fracking. Esta es su historia.