Presidenciables divertidos y sin propuestas

Las campañas proselitistas coloradas ahora muestran una particularidad adicional a la hora del contacto con sus votantes. Apuestan al ridículo para empatizar con sus votantes. Estas actitudes en público están lejos del perfil serio que un candidato presidencial debería proyectar a la hora de enfocarse en sus propuestas al electorado, con temas de preocupación para la ciudadanía.