El miércoles, fuertes lluvias causaron inundaciones repentinas en partes del sur de Florida, lo que llevó al gobernador Ron DeSantis a declarar estado de emergencia en Broward, Collier, Lee, Miami-Dade y Sarasota. El Servicio Meteorológico Nacional de Miami advirtió sobre inundaciones potencialmente mortales en Broward y Miami-Dade, afectando viviendas, negocios y carreteras. Las lluvias obligaron a suspender operaciones en los aeropuertos de Miami y Fort Lauderdale-Hollywood, provocando retrasos de más de siete horas.