Uno de los allanamientos en el caso de la Mansión Sopeña fue en el estudio jurídico BRS (Bordón Roux Serrati) que pertenece a la abogada Gilda Bordón. Aparentemente, en este lugar se habría llevado el supuesto juicio que no existe. En el sitio no encontraron las computadoras, pero sí los mouses; además incautaron documentos y talonarios de cheques.