La popularidad de Isabel II hace que los historiadores se cuestionen el futuro de la Corona británica tras el fallecimiento de la reina, pues será muy difícil que el rey Carlos III y sus sucesores puedan igualarla. La imagen de la monarquía se ha visto manchada por varios escándalos, manchando la imagen de la monarquía y haciendo que los más jóvenes cada vez se inclinen más por acabar con ella.